Se nos dice siempre que en el deporte la competición no es buena, sobre todo a niveles más juveniles. Sin embargo en la vida cotidiana todo es competir. Si no te mejoras continuamente te quedas atrás, con consecuencias más o menos importantes a nivel personal y profesional. Por esto he empezado a diseñar una serie de ejercicios competitivos para voleibol, donde, a parte de medir un resultado obtenido, se graba y se premia a la jugadora.
Celebrar los errores
Partimos del hecho de que esta frase, junto con otras que me acompañan desde que era un adolescente, siempre están en las canchas donde entreno. Es bueno, de vez en cuando, sin que nadie te lo diga, recordar que los errores hay que celebrarlo porque si no hay errores no hay aprendizaje y por lo tanto no hay progreso. Piensa en frases que quizás repitas continuamente a tus jugadoras pero sin mucho éxito porque igual ya ni tu te las crees, crea unas pancartas y pegalas en las paredes de la pista donde entrenas. Este entorno ya de por sí motiva a la jugadora, ya que su cerebro percibe el mensaje, sin que tenga que entrar en valoraciones de personas o situaciones donde se haya dicho.
Las olimpiadas de voleibol
Admito que se trata de un sistema aún en pañales, donde intento aprender al mismo tiempo que enseño a las chicas. Hay que tener cuidado con muchos aspectos. El primero, que con las más pequeñas, la competitividad es superada por la «aceptación», al menos en fases iniciales. Ganas de ser pronto parte del grupo, unida a las ganas de aprender rápido los fundamentos técnicos básicos del voleibol.
Tanto sus ganas de aprender rápido como las tuyas de enseñar rápido deben encontrarse en un punto intermedio, donde los objetivos semanales y mensuales deben ser acordes al nivel técnico de tus atletas. Solo de esta forma ellas podrán mejorar divirtiéndose, casi sin darse cuenta, y tu podrás planificar nuevos entrenamientos basados en la necesidad de tener un nivel técnico más elevado.
En cuanto a las «olimpiadas», yo personalmente estoy intentando proponer estos ejercicios competitivos como un juego, para que las chicas no noten que se está priorizando la mejora técnica individual, sino que hay que marcar unos objetivos para conseguir un premio. A veces el premio es un masaje a las compañeras que han ganado, otro es una comida antes de volver a casa después de un partido jugado fuera…a vuestra creatividad lo dejo.
En estas olimpiadas el voleibol es el estadio y los objetivos son los deportes para los cuales se compiten. Al momento considero como «deportes» que aspiran a medalla:
- resultado de un partido en categorías 2×2 y 3×3 (cuantos partidos ganan/pierden cada una de forma individual, ya que nunca juegan en el mismo equipo),
- ataque,
- resolver el KA1 (rece-colocación-ataque),
- saque,
- resolver el KA2 (bloqueo, defensa-colocación-contraataque).
Todos los deportes se evalúan jugando partidos de 2×2 o 3×3, poniendo especial hincapié en estas peticiones, que hacen, además, ganar puntos «bonus» individuales y/o de equipo. Ej. 5 puntos de bonus para el saque directo, 10 puntos para remate punto después de una colocación hacia atrás (bonus de equipo), y así hasta conseguir los objetivos de la jornada.
Medir, registrar, premiar
Durante los juegos, yo me encargo, con la ayuda de las chicas, de anotar todos los puntos, y las olimpiadas tienen una duración de 2 semanas (6 entrenamientos). Al final de cada entreno habrá una lista con los primeros 3 clasificados, mientras que en el cuarto lugar estarán todas las demás jugadoras. Al final no quiero crear competitividad entre mis mismas jugadoras sino como equipo que se enfrenta a otros con una autoestima reforzada y mayor calidad técnica.
Cada chica tendrá acceso a sus datos (es un google sheets que comparto por email), pudiendo, así conocer su estado actual basándose en resultados objetivos y no valoraciones personales de su entrenador. Ojo, con esto no quiero decir que nuestra valoración no sea de calidad, pero es cierto que, como seres humanos, nuestro cerebro se deja «engañar» por múltiples factores que finalmente pueden incidir en el rendimiento de una atleta, en su consideración (jugar más/menos) y en el rendimiento de un equipo entero.
Aquí te dejo el artículo sobre las 10 habilidades más sobrevaloradas en voleibol para que veas cómo, efectivamente, a veces nos dejamos guiar por elementos no objetivos.
Con estos ejercicios, si acompañados de mediciones y registro, además de continuas estimulaciones (recompensas, animarlas, pequeñas charlas compartiendo y analizando juntos los resultados) me propongo mejorar el nivel de competitividad del equipo, aumentar la calidad de los entrenamientos y conseguir mejoras técnicas de las jugadoras.
Ejercicios competitivos para voleibol – Variantes
Estoy diseñando campeonatos «europeos» específicos de una habilidad concreta, como el KA1 o el KA2, pudiendo, así, de una forma gamificada, aumentar el volumen de trabajo en la pista y mejorar la calidad y técnica de las jugadoras.
El contexto en el cual me encuentro es de equipos «B o filiales» o sea de jugadoras que técnicamente no están preparadas para jugar a un nivel más alto o jugadoras de alto nivel en categorías inferiores que entrenan también en categorías superiores. En estos casos, como se puede imaginar, la motivación decae al faltar el objetivo principal que es la competición oficial (aunque ganes la liga con el filial, no asciendes) y el entrenar con jugadoras técnicamente inferiores.
A veces la diferencia técnica es muy elevada, lo que hace difícil, por ejemplo, realizar ejercicios globales en formato 6×6 ya que faltaría volumen y ritmo.
¿Cuánto tiempo dedicar a los ejercicios competitivos para voleibol?
De momento estoy dedicando, un entreno de 90 minutos, unos 15 minutos, aunque soy consciente de que poco a poco estos ejercicios podrían llegar a durar unos 30 minutos, pero solo una vez que las jugadoras dominen la técnica de los diferentes fundamentos de juego. A veces dejo una pizarra para que ellas mismas anoten los puntos, pero he visto que hay mucha trampa así que quizás mejor tomar el control entero del sistema de puntuación.
Resultados de los ejercicios competitivos para voleibol
Esta opción de olimpiadas me está ofreciendo unos resultados discretos ya que aquellas chicas que técnicamente son inferiores pero quieren jugar, tienen la oportunidad de medirse contra a todas sus compañeras, en un entorno parecido a un partido real, sin que haya facilitaciones ni del entrenador ni de las adversarias.
Ellas mismas me piden ahora jugar las olimpiadas al final del entrenamiento y antes, parecen más atentas y con más ganas de querer mejorar gestualidades técnicas. Creo que se trata de una forma acertada de poder mejorar casi sin enterarse, divirtiéndose y, sobre todo, jugando.
Por contra, las jugadoras con un nivel técnico superior, hasta ahora muy descentradas y sin demasiadas motivaciones, parecen participar más en la parte inicial de mejoras técnicas sabiendo que al final habrá olimpiadas y podrán conocer sus resultados personales, aspirando a mejorarse cada vez más.
Reconozco que de momento son las chicas técnicamente mejores las que me están pidiendo los resultados personales, mientras que las otras quieren saber más los resultados de victorias/derrotas como equipo.
No he realizado estas pruebas en equipos de alto nivel de momento, pero todo indica a que, aunque puede que haya cierto rechazo inicial, al final podría ser un elemento adicional de valor para mejorar la competitividad del grupo.
El esfuerzo, el mejorarse
En mi experiencia profesional como jugador y como entrenador, puedo afirmar al 100% que aquellas que llegarán a ser jugadoras profesionales de alto nivel serán las que querrán mejorar siempre, que valoran el esfuerzo y se proponen superar sus mismas metas. Este tipo de entrenamiento parece ayudar a que podamos encontrar este tipo de jugadoras en nuestros equipos, o incluso desarrollar esta mentalidad entre aquellas que aún no la tienen.
Caso práctico
Aún llevado poco tiempo con estos ejercicios, he conseguido apreciar lo siguiente: una jugadora me preguntó porque jugaba poco y yo le dije que era porque no estaba rindiendo como podía en los entrenamientos. Ella me rebatió que no era así y su comportamiento en los entrenamientos siguientes fue de desinterés total y enfado.
A partir de allí, empecé a utilizar las olimpiadas, y al cabo de 2 semanas pude enseñar a esta chica como, en comparación con otras compañeras, era la que menos puntos había conseguido en aspectos claves para su posición. A partir de allí, al ver que eran datos y no mi opinion, volvió a la pista con muchas más ganas de mejorar, hasta que a las 2 semanas se puso a la cabeza de la clasificación y volvió a salir titular.
Hasta aquí mi artículo sobre ejercicios competitivos para voleibol, os animo a compartir vuestras opiniones para poder seguir mejorando 🙂
Saldos.
Excelente información basada en su experiencia y que nos puede nutrir para mejorar nuestros entrenamientos.
Gracias.
Juan Aduen Angel