Ganar partidos con la mente

Gestionar los momentos de crisis durante un partido

Gestionar los momentos de crisis durante un partido

Gestionar los momentos de crisis durante un partido de voleibol

Llegamos a un partido después de una semana de entrenamientos muy productiva, las jugadoras han mejorado mucho su técnica y memorizado las sugerencias tácticas, no conocemos la forma de jugar de las adversarias pero confiamos en nuestra fuera, durante el calentamiento todo son risas y bromas…Sacan las adversarias y a los 3 minutos vamos 0-5 para ellas. De repente cambian las caras, entran dudas y difícilmente volveremos a recuperar ese set. ¿Que ha pasado? Vamos a ver como gestionar los momentos de crisis durante un partido.

TÁCTICA Y PSICOLOGÍA

Este deporte es maravilloso entre otras cosas porque el aspecto táctico y psicológico influyen considerablemente en el resultado final, siendo, además, la velocidad del juego tan grande que las decisiones hay que tomarlas en cuestión de segundos o incluso menos.

Gestionar los nervios (tanto los tuyos como entrenador así como los de las jugadoras) resulta fundamental, ya que se trata de un aspecto que reduce notablemente la prestación de una o varias jugadoras durante un partido.

En el artículo sobre las «10 armas psicológicas de un entrenador de voleibol« ya hablo de este fenómeno que en muchos casos dejamos pasar y en el cual no nos centramos mucho, más que nada porque desconocemos la forma de enfrentarnos a él.  En realidad el entrenador debe ser capaz de reaccionar a los nervios y en el artículos te explico algunos ejemplos que a mí, por lo menos parece, funcionan.

¿Así que, como podemos gestionar los nervios de un equipo?

Antes que nada hay que evaluar las causas que generan estos nervios en nuestras jugadoras:

  • Llegan al campo ya con muchos nervios?
  • ¿Están cometiendo muchos errores?
  • ¿Vamos muy abajo en el marcador?
  • ¿Demasiados errores de mis compañeras?
  • ¿Demasiados gritos del entrenador hacia una jugadora?
  • ¿Ansiedad y estrés que en el partido se transforman en nervios y falta de concentración?

Si partimos desde el análisis de las causas podemos mejor identificar las soluciones a adoptar según el caso.

Es normal que durante un partido una o más jugadoras se dejen llevar por los nervios. Por no hablar del entrenador que, a veces, es el primer factor desencadenante de esta situación en las chicas. Si ya desde el principio transmites un estado nervioso, es mas que probable que tus jugadoras sufran pasivamente lo mismo.

Durante el partido nuestro celebro nos manda señales para detectar este nervioso, como la excesiva sudoración, dificultades respiratorias, músculos tensos, etc. De allí que el mismo no podrá trabajar al 100% y la jugadora tendrá un mal día en la cancha.

¿Qué hacer en estos casos?

Si estamos hablando de una sola jugadora, la solución más fácil es sustituirla: da igual si es la mejor rematadora/receptora del equipo, si hoy no tiene un buen día no servirá de mucho en el campo y además transmitirá cierta frustración en sus compañeras las cuales, viendo que la más fuerte del equipo juega mal, se desanimarán y fallarán incluso las jugadas más fáciles.

Pero puede que esta jugadora solo tenga un mal momento, con lo cual lo mejor es que, mientras esté en el banquillo, le hables para animarla, reforzar su autoestima para que vuelva al campo más distendida y sobre todo más consciente de sus capacidades.

RESPIRAR

Durante los entrenamientos, en cuanto yo note muchos fallos y ciertas dificultades en algunas jugadoras, pido a todas que paren y «respiren«. Las técnicas de meditación representan para mi una herramienta esencial para los deportes de equipo. Incluso en el vestuario, antes de un partido, pido a todas mis jugadoras que cierren los ojos y respiren lentamente y al mismo ritmo todas, para que todas puedan conectar entre ellas a través de la respiración. No sé si esto realmente influye en las victorias pero estoy seguro de que en aquel momento en el que están con los ojos cerrados están realmente creyendo en que están unidas.

AUTOESTIMA

Volviendo a la jugadora que acabamos de sustituir, si creemos que su aportación, en un estado mental libre de nervios, es fundamental para el equipo y para el partido, tendremos que trabajar en los aspectos tácticos, explicándole que hacer para cambiar el rumbo a su prestación y convenciéndola de que así va a mejorar su estado anímico.
Seguiremos mirando la jugadora mientras está en el banquillo: si vemos que sigue «ausente», seguirá entre los abrigos y chándales; si, por el contrario, la vemos animando a sus compañeras y calentando, la volveremos a poner y al primer acierto le animaremos para reforzar su autoestima. 

CONCEPTO COLECTIVO

Si hablamos de nervioso colectivo, llamar el tiempo muerto es la primera acción a tener en cuenta. En este caso vuelvo con las técnicas de respiración para volver a conectar todas, incluso a veces me paso el Vaporub Unguento Balsamico entre las manos y las acerco a las narices de las jugadoras porque sus efectos de liberar una mayor respiración son inmediatos gracias al eucalipto. Inspirar durante 4 segundos, lentamente, mantener el aire durante 2 segundos y expirar durante 4 segundos, siempre lentamente. Al menos 3 veces.

MIRAR AL FUTURO

Evidentemente de poco sirve estar analizando los errores técnicos que han pasado (no tienen tiempo ni están con la cabeza para arreglar mentalmente algo que su celebro ya tiene memorizado, lo haremos en el siguiente entrenamiento), pero si que podemos decirles que si siguen nerviosas no llegarán a ningún lado, al contrario más lucidez será la clave y por ello tendrán que concentrarse en el ahora y en el seguidamente después, olvidarse el antes. 
¡Hacerlas reír!! Parece tontería pero muchos entrenadores entienden tiempo muerto con un significado literal: tiempo para los muertos. Así que parece un funeral que toda jugadora quiere que termine ya. Insistir en que aquella jugadora ha fallado un saque o una colocación o un golpeo no sirve de nada, sin embargo romper el hielo con un chiste muchas veces cambia por completo la actitud de las jugadoras, que volverán al campo con más convencimiento.

LOS NIÑOS LLORAN

Si lo pensáis bien, cuando un niño llora, lo primero que nos viene a la cabeza es hacer algo que les haga reír. Al reírse, el niño ya no siente ni dolor ni miedo. ¿Por qué no debería funcionar en tu equipo? Reírse ayudará a destensar los músculos y llevar a las jugadoras a tener resultados mucho mejores. Ojo, no significa que estamos subestimando la situación. Pero es que ellas ya saben que están haciendo las cosas mal, pero necesitan volver a conectar el celebro con sus músculos si quieren sacar el partido adelante. 

https://es.wikipedia.org/wiki/Voleibol

Publicado por ninov en Calentamiento, Psicología, Recursos, Tactica, Todos mis artículos, 0 comentarios